¿Cómo ha evolucionado el portugués?
- Pedro Peixoto
- 2 jun 2021
- 2 Min. de lectura
Como ya comentamos en nuestro post anterior ¿De dónde viene el portugués?, a lo largo de la historia el portugués ha recibido muchas influencias desde sus orígenes y ha evolucionado pasando por diferentes etapas. Primero recibió sus bases por parte de los romanos con el latín (palabras como magistério, ânimo, casa, mulher), también de las lenguas celtas originarias de la región (ej.: barra, vassalo), después los visigodos con su léxico germánico y finalmente los árabes que también aportaron una gran cantidad de palabras (ej.: açafrão, açúcar, alcatifa, alfândega, alicate), todo hasta llegar a la creación del reino de Portugal y su separación del reino de Castilla en el siglo XII donde ya podemos hablar claramente de lo que hoy llamamos portugués. Aunque aquí no acaba todo.
Años después, Portugal daría un gigante paso hacia la modernidad, para el año 1536 durante el Renacimiento, cuando tomó ciertas convenciones gramaticales de Fernão de Oliveira y João de Barros (prestigiosos escritores e historiadores de la época) para efectuar algunas reformas al portugués de entonces. Fernão de Oliveira escribió y publicó la primera gramática portuguesa en 1536, curiosamente cuando Luís de Camões entraba en la adolescencia. Unos años más tarde, en 1540, João de Barros publicó la segunda gramática de la lengua portuguesa. En ese momento, la palabra ortografia se deletreaba ortographia, la palabra preposição se escribía preposiçam, solo para dar algunos ejemplos.
Con la anexión española que tuvo lugar en el 1580 algunas formas castellanas fueron introducidas en el portugués, aunque con la restauración de la independencia en el 1640 hay una gran reacción contra el castellano que elimina todos esos términos reemplazados por vocablos del latín. A partir del siglo XVIII el español no desempeña más el papel de segunda lengua en el ámbito cultural, relegado por el francés. Esta influencia francesa quedará bien marcada en la lengua portuguesa (todavía se usan palabras como batom, bouquet, biberão, cupão, filete, cabina, champanhe, desporto, garagem, maionese, omeleta, raquete o vitrina). Los rasgos sintácticos y léxicos comunes de las dos lenguas, así como la nasalización característica de ciertas vocales, lo demuestran aún hoy.
El máximo crecimiento conocido del portugués comenzó en el siglo XVI durante la época de los descubrimientos marítimos cuando, a raíz de las expediciones en todo el mundo, controlaron muchos territorios. Eso supuso la llegada del portugués a muchas otras partes del planeta y, en consecuencia, que el mismo idioma tomara formas distintas allí donde fue exportado. Un ejemplo, durante muchos años, Portugal y Brasil tomaron decisiones unilaterales y no consiguieron un acuerdo común en lo referente a su lengua.
Además, cinco acuerdos ortográficos han modelado la lengua durante el último siglo: el de 1911, el de 1943, el de 1945, el de 1971 y, por último, el de 1990. El Acuerdo ortográfico de la lengua portuguesa de 1990 nació con la intención de crear una ortografía única consensuada con todos los países de lengua oficial portuguesa, tema polémico todavía en la actualidad y que conforma la realidad lingüística del país vecino. Volveremos a ello en otro post.


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